Tuesday, January 8, 2008

crónica de refrigerador

...ya sea porque puedes o porque sueñas que puedes, comienza. En el atrevimiento hay genialidad, poder y magia...

Durate casi 10 días se alimentó de nuestras espinacas, que fueron sacadas ayer de la parte más baja y trasera del refrigerador sólo porque había que usarlas antes de que se echaran a perder o se quemaran con el frío como las lechugas; nadie notó su existencia, hasta que, en el último manojo mi hermana percibió a ese diminuto ser vivo, que había ocasionado los casi perfectamente redondos agujeros en las hojas del vegetal encontrados antes: una catarina de color naranja que depositó sobre mi dedo y yo como niña de 5 años, le enseñé al sujeto greñudo con la guitarra azul eléctrico que en ese instante ocupaba un espacio con cables, banquitos plásticos y procesadores de sonido; corrí a fotografiarla sin éxito alguno sobre mi dedo pulgar izquierdo, ya que era tan pequeña que se veía sumamente borrosa en la imagen y desistí, abriendo la puerta, fascinada con el animal recorriendo mi dedo, y la deposité en la maceta del jacinto de mi hermana... no sé si siga ahí o haya tomado nuevos rumbos, pero al menos tengo la certeza de que de hambre, era de lo último que se podía morir.

2 comments:

Anonymous said...

está hermoso ese texto...

saludos y un abrazote enorme

cuídate!!

bays

Diana said...

creo que retomaré mi estilo narrativo para este espacio... según recuerdo, parece que hablo de manera digerible y a detalle al mismo tiempo

gracias por el comentario
un abraxo enorme =)
espero que estés muy bien, te extraño!!!