incrospideces en la sobriedad (1 de tantos)

probablemente no vaya al cielo proque no soy una blanca palomita, probablemente la mayoría de mis amigos estén allá porque tampoco son tan buenos que digamos, pero simplemente tratamos de vivir como podemos, y como mejor nos acoplamos y como queremos que nos suceda

MALDICIÓN!!! MEREZCO UN POCO DE AMOR!!!

mucho que contar, que estructuraré en estos dìas de cambios repentinos

quiero agradecer a Daian, Brenda y al Chocolate-malo (alias Marco Antonio Hermosillo) por estar en estos días de cosas tan extrañas entre el trabajo y mi vida existencial... ah si, y al Chuy por que se lo està ganando xD

recomendación: el cd MUCHO de Babasónicos
después del infame, mi otro favorito, seguido del Miami ;D claro está
dedicado especialmente para mis colegas de pegajosos gustos babasónicos (Yareni y José Juan)

sobreviviendo a la humedad (2)

Después de abandonar el desierto por voluntad, aterricé en una trampa húmeda, copiosa y y desconocida, que no me incita a desnudarme bajo su llanto debido al frío... el color verde me juega una secuencia de disparates extraños agradables; de vez en cuando más claro, de vez en cuando más turbio.

El azul enmarca mis días, 6 veces a la semana, 7 horas por día. Pienso en el abrasadero del suelo que me vió nacer, creer y crecer... y lo extraño cuando la humedad se hace presente en mi piel.

(Pienso)...

Recuerdo las noches desérticas y heladas con mis mejillas entumidas de la risa y el alcohol, de la compañía y de ese dulce olor imperceptible en el aire lleno de metales pesados inundando mi cuerpo. La ropa siempre era un mal pretexto para negarse al calor del aire. Su ausencia era el pretexto perfecto para soñar, tocar, volar.

La saliva se evapora al mismo tiempo que el amor. ¿Existe en verdad o es acaso lo que quiero creer yo?

Entre la piel despellejada al rojo vivo, el viento húmedo y voraz, las ráfagas emocionales y el exceso de velocidad, sonrío al ver el rostro siempre diferente de todas mis palmeras que seguirán de pie en medio del desierto mientras yo... me resisto al agua.

volar sobre el desierto (1)

Se necesitan más que huevos para tomar una decisión y mantenerse firme en ella.

Se necesita analizar el panorama propio, las expectativas de vida, mirar alrededor, dejar atrás lo que HAY que dejar ATRÁS, cerrar ciclos, hay que aventarse a lo desconocido, hay que arriesgar, hay que perder, hay que experimentar echando a perder...

Volar sobre el desierto requiere, más que una preparación física o psicológica para sobrevivir al viaje; requiere coraje, fuerza de voluntad y un gran respaldo de los involucrados directa e indirectamente en el despegue, requiere convencimiento.

Sobrevivir a ese vuelo es algo que se da por agregado antes del aterrizaje, y creo que yo duraré, al menos un buen tiempo, sin volar sobre mi amado desierto hasta que me convenza de querer hacerlo, ya que, por el momento, sigo planeando por un nuevo cielo que me está dejando tantas cicatrices como lo hizo ese desierto, en su momento...

para todos aquellos que han dejado el desierto en busca de su libertad...