Alrededor del medio día recibo un mensaje personal al celular de planta, con una foto adjunta que me indica que me ha llegado un paquete del otro lado del mundo (Suecia, específicamente). Me dio gusto saber que el regalo que Zarah me envío había llegado, y al mismo tiempo, sentí alivio de que no se hubiera extraviado como ambas temíamos.
Al llegar a casa, me tomé mi tiempo para abrirlo, porque aparte de que no esperaba semejante gesto de su parte, no tenía idea de qué podía ser. Al sacar el envoltorio de papel de burbuja, lo primero que vi fue una nota escrita a mano, envolviendo el paquete. Sus palabras sinceramente me arrancaron lágrimas de dicha y después de que vi que se trataba de un par de calcetines con el logo de VAMPS bordado en ellos, se me cayeron los ojos (no quiero ni imaginarme cuánto costaron). Y me quedé atónita como por 5 minutos seguidos sin poder pronunciar palabras de la impresión.
Inmediatamente y sin tomar en cuenta la diferencia de horarios, le escribí a Zarah para informarle y agradecerle (y de paso tratar de levantarle el ánimo, porque un amigo suyo cumpliría años y estaba triste, el sujeto falleció un año atrás).
Después de una plática no muy extensa, donde terminamos hablando de lo parecidas que son nuestras vidas paralelamente (en lo bueno y lo malo, lo agridulce y lo amargo), y hacernos llorar con nuestros respectivos puntos de vista de la otra, concluimos alegremente que era el destino encontrarnos y formar esta hermosa amistad.
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