Me dirigía, después de esperar en la escalera del frío interior del edificio donde trabaja mi hermana a desentumir un poco mis aturdidos sentidos y las piernas; ataviada en una blusa café, minifalda de mezclilla, mallas a rayas de colores (melón, arena, violeta, azul turquesa, verde agua azul marino y café), botas de ante café, mi infalible (y nueva) bolsa roja, cabello al viento y audífonos, transitaba entre la gente del centro de la ciudad
Tomé todo Juárez desde Federalismo hasta Enrique Gonzálñez Martínez, pasé por afuera del café Madoka, un montón de talleres que encuadernan tesis y los vagos de los mismos sitios siempre en pie... estaba ya por cruzar mi último tramo de papelerías grandes cuando vi a un sujeto delgado de casi mi estatura justo caminer en sentido contrario a mi, de frente, con lentes obscuros tipo Ray-Ban, camisa a cuadros de un color que llamó mi atención, cabello chino y corto, usando el mismo tipo de audífonos que yo
Cruzamos nuestros caminos y de su boca emanó un "hola" muy simpático (sin el toño ñero que te propinan a veces los cuates que circulan por el centro independientemente de lo que traigas puesto) justo en el momento en que soonreí como taruga mi cabeza dio vuelta discretamente para terminar de 2recoratr" al sujeto, y para mi sorpresa, estaba volteando también, ambos seguimos caminando mientras volteábamos a vernos. La acción se repitió un par de veces hasta que yo crucé una calle y me quedé parada en la esquina, observando a aquel tipo, que se percató de y frenó en seco, también se quedó parado de su lado de la calle, y después de vernos como idiotas por más de 5 segundos seguidos, dio media vuelta y siguió...
Ante mi sorpresa, yo emprendí mi camino de nuevo llevándome las manos al cabello en un ademán de derrota; no quise devolver la mirada para ver si el fulanito seguía volteando a ratos o ya se había perdido entre la ciudad.
Ese breve instante me hizo sentir en otra dimensión, me sacó una sonrisa y lo mejor, me levantó un poco mi atropellado ego ;)
a veces me siento extraña de saber que aún poseo la capacidad de sorprenderme y dejarme llevar por situaciones que solo me ocurren desde que dejé mi ciudad natal...
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