Tuesday, August 24, 2010

Crónicas de crema de Maní y jalea (el inicio)



Sábado 7: trabajo en la mañana, ir a dormir a casa de Nee-chan porque mamá había llegado a la ciudad esa mañana, hospedándose en casa de la abuela; nos vimos para hacer pendientes de último día en la calle; terminar de hacer la maleta de Maní y la suya, dormir sin miedo, sin preocupación; video de "a unas horas de perder su panza, algo que quiera decir?" en la cocina de mi departamento






Domingo 8: levantarse temprano, tomar un baño, desayunar mientras Nee-chan me veía con cara de hambre para salir al hospital, "ayuno" decía su papeleta de instrucciones previas a la intervención quirúrgica; Ada nos recogió en el burger king de periférico y de ahí, al Santa Martha, a las 9 para el ingreso






Registro de rutina, el cuarto, la enfermera pidiendo que saliéramos para preparar a la paciente... esperar, ver un rato la tele, un doctor de barba de candado muy negra llegó a revisar el latido del corazón de Maní, todo en orden =) y le dijeron que ya mero estaba listo el quirófano; preguntó "¿cuál de sus dos hermanas va a entrar con usted?" y ella dijo "la que si es mi hermana"; preguntas sobre alergias, reacciones, intervenciones, bla bla bla, todo va al expediente "in case of"






Llama la chava de recepción diciéndo "oye, puedes mandarme al papá a quirófano" y yo diciendo "ehm, no, no está presente" y ella armada a que si, hasta que yo creo que vio a qué suite estaba marcando y se disculpó...






Mi mamá y Margarita llegaron después de un rato, llegó el anestesiólogo y preguntó quién entraría a quirófano y yo volteé a ver a mi mamá y dijo coyonamente "pues tú" y así fue la decisión ya no refutable en ese punto; video de "a unos minutos de perder su panza" y después, se fue (la panza claro).






Tuve una pequeña crisis antes de entrar al quirófano (después de casi 6 años era muy extraño estar ahí parada, de ese lado de la historia, con el final feliz, en otra ciudad, lejos, muy lejos del pasado y de las circunstacias)...






La chava de recepción (bastante despistada por cierto) me llamó para bajar al quirófano y después el pediatra me encontró ya enfundada en el pitufo azul y me dijo "ah, se me adelantó ehhh??" y yo claro que culpé a la llamada de la recepción ¬¬ estuvimos hablando de los músicos, de que él cantaba en un quinteto, yo soy ex novia de un músico y de que su hija se casó con uno, y después de un tiempo regresó a casa porque no funcionó el matrimonio, harta de mantener a un flojo soñador que no conseguía ni dinero, ni una profesión de verdad (creo que eso es un estándar en el gremio).






Cámara en mano, entramos al cuarto pequeño, con paredes falsas de tablaroca y pintado de color ostión, enmarcado por hermosa ropa quirúrgica color violeta =3, una mesa de instrumentos, un doctor de ojos PRECIOSOS a mi mano derecha, el doctor Inés detrás de él (el que revisó el corazón de Maní previamente) y el doctor Jaime a mi mano izquierda. Una enfermera con filipina de osos estaba junto a la incubadora y detrás del doctor Inés.






Escoltada por el pediatra, pasé hasta el fondo con el anestesiólogo y a sujetar la mano de mi hermana, que estaba medio dormida medio dopada y muerta de hambre, y estaban hablando de música, de Hendrix, Janis y Morrison y la famosa leyenda urbana de las "J y la fama y la forma en que murieron"; no había a la mano expediente y le preguntaron sobre alergias, ambas repetimos como grabación "ciprofloxacino" y luego yo di el cuadro de reacciones ya que ella estaba más ida que de vuelta. Olvidé mencionar (estúpidamente de mi parte) antes de que llevaran el expediente al quirófano, lo de las bajas de presión que sufre mi hermana... mal hecho Diana ¬¬






EL sonido hueco y metálico que produjo la cicatriz me dejó los ojos pelones, y después de eso, ya me dijeron que me parara justo en frente de la mesa de instrumentos con cámara, zoom y todo listo para grabar, que a la señal lo hiciera y así fue: impresionante, ni asco, ni desmayo, ni nada de eso (tal vez yo hubiera sido pésimo médico me dejarían en la baba muchas cosas que hubiera visto en la plancha y el paciente acá todo moribundo =/); y haciendo que se viera súper sencillo, el doctor mete la mano y saca a Maní como si yo sacara jeans de la lavadora (bueno, la analogía es mala, él debe ser más delicado, y yo debo ser más salvaje porque luego la mezclilla se enreda bien gacho ¬¬) y al pediatra le da una especie de "pase de fut americano" con el bebé que entra de inmediato en la incubadora. 12:07 pm fue lo que mis ojitos alcanzaron a ver sosteniendo la cámara al fondo del quirófano cuando ese pequeñito y rojizo ser humano abrió la boca y se quejó en este mundo por primera vez.






Mucho cabello obscuro, grandes ojos rasgados, y 5 dedos en cada extremidad fue lo primero que conté al parar la grabación y regresar a la cabeza de la mesa de operaciones junto a mi hermana, le dije emocionada "tiene nuestros ojos!!" sostuve su mano nuevamente, el pediatra la acercó para la foto, el anestesiólogo nos tomó otra, me dijo "súbase el cubrebocas" y me quedé sentadita diciéndole a mi hermana que estaba preciosa, simplemente cachetona, greñuda y preciosa...






Pulseritas de identificación rosadas con el número de la suite, el nombre de la mamá y "hey tú, afuera con el pediatra" y me fui siguiéndolo con Maní desnuda y deslumbrada por la iluminación. Salí del elevador y busqué a mi mamá en el cuarto, la llevé a verla, su cara me dijo todo lo que no puede decir, 4 horas para tenerla con nosotros, después de las 3 la llevarían a la habitación. Tiene la boca de su abuelo (dijo mi mamá).






Salí de mi traje azul, empecé a enviar mensajes de texto de mi celular a sus contactos involucrados, recibí la llamada de su comadre Moni justo cuando entré al cuarto, muchas felicitaciones, muchos buenos deseos; mucho tiempo después de que yo salí del quirófano llegó el pediatra a ver a mi hermana que seguía sin llegar a la habitación, y fue a ver qué pasaba, mi primer pensamiento "maldición" no le dije al doctor de la presión!!!" pues, estaba que me llevaba la fregada de la preocupación y mejor me puse a tejer en chinga para no pensar idioteces que luego suelen caminar a paso cansado por mi cabecita linda.






Pláticas sobre mi sobrino que todavía estaba en fecha de programación para venir al mundo, d ela familia, del panorama rojo y denso en Torreón, del "¿cómo le decimos a mi papá?'"






Y llegó después de un rato, más dormida que despierta, con los 3 doctores (el de los ojos PRECIOSOS se veía mejor de lila, jeje), la enfermera, el anestesiólogo y las indicaciones de rutina de "no te vamos a dar de comer hoy, hasta en la noche un té, mañana ya comes bien, puro suero, levantarse cuando ya se le pase la anestesia, caminar mañana, etcétera".






Llamadas de felicitación, de Torreón, de un amigo que estaba estancado en un canal repleto de porquería afuera de mi ex trabajo sólo para felicitarme y preguntar si todo estaba bien, de una amiga suya desde Monterrey. Pláticas de La Encantada, ¿cómo te sientes? Yo quiero verla. Está bien grande, y bien bonita...




En cuánto la llevaron a la habitación quietecita, platicadora, encantadora. No había llorado, y como que quiso hacer un puchero cuando la cargó mi tía Arte porque no reconocía su voz.






Muchas visitas, muchas buenas vibras, muchas fotos para esa hermosa criaturita que no supo en su ropa de 0 meses y usa de 3.




Gracias a los involucrados, a los que llamaron, escribieron y estuvieron presentes... y a los que no también gracias =3 Lavinia Minerva es una realidad




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