Tuesday, December 31, 2013

2013

como de costumbre, he decidido hacer un breve recuento y agradecimiento de todo lo que me sucedió en el transcurso de este año: lo bueno, lo malo, lo feo y lo inesperado

primero gracias a Dios, que me permitió despertar con altas y bajas de azúcar, humor, hormonas y defensas en los diferentes meses de año

segundo: a mi familia, que a pesar de la distancia no pierde interés en mis locuras y actividades diversas, es cómplice de algunas maldades y es testigo de grandes acontecimientos

tercero: a mis amigos, recientes y a los de toda la vida, presenciales, virtuales, cómplices de aventuras, de viajes, de borracheras, crudas y malas pasadas, así como de buenas nuevas, de noticias relevantes y de decisiones que cambian la vida por completo como las bodas delas que he sido testigo o participante

GRACIAS

a los que están lejos y a los que están cerca, en cualquier parte del planeta
a quienes me han llamado, dejado un mensaje o se han reportado vía facebook o whatsapp
a quienes entraron, salieron o se mantuvieron en la escena de mi vida
a quienes me apoyan y a quienes no porque me demuestran con eso sus puntos de vista y si me apoyarán o no en mis decisiones, que, al final, pues son mías, y tal vez no son tan acertadas como deberían desde la perspectiva de la gente normal en sociedad
a quien me regaló una sonrisa y a quien me enseñó a fuerza de madrazos lo que aprendí este año
a quien se ganó mi respeto y quien respetó mis lágrimas
y finalmente al hombre que decidió compartir conmigo el resto de su vida, este año...


los quiero, los extraño, los necesito y los quisiera tener aquí


este año se va y deja como siempre, alguna buena enseñanza y una que otra gran metida de pata, un robo, la muerte de mi mascota (Patito) y otras tantas toneladas de ropa


y la mejor imagen que pude capturar fue (a mi gusto) esta toma de un cielo cerrado en 3 minutos en Chichén Itzá en julio de este año durante mi semana de vacaciones en la Riviera Maya gracias a mi amiga Brenda... después de la toma me apresuré a guardar la cámara porque se soltó un aguacero cual fin del mundo